Quienes hollamos las calles de Toledo hemos recibido de nuestros antepasados una herencia que no podemos sino admirar, aunque a veces nos abrume su grandeza. El abnegado esfuerzo de muchos dio frutos en forma de novelas, lienzos, piedras labradas, tradiciones orales…

Nuestro deber es continuar tan noble labor y no servirnos de ella sin aportar nada nuevo. También hay otra razón insoslayable: el amor, quiérese decir, el amor por Toledo. Todo aquello con lo que podamos contribuir para ensalzar el “dulce nombre de Toledo" no es más que una necesidad desinteresada, porque Toledo es, como la madre naturaleza, nuestra madre. Amamos Toledo y no esperamos nada a cambio.

Quienes han de venir contribuirán con sus desvelos al mismo propósito, así pues, que nadie pueda decir de nosotros que no velamos.


23/11/21

              Editorial Ledoria se complace en anunciar la publicación del poemario LOS DOS FILOS DE UN BOWIE, de Carlos Bustamante, cuya presentación tendrá lugar el próximo viernes, 26 de noviembre, a las 19:00 horas, en la librería Taiga de Toledo.

  Vid.: http://editorial-ledoria.com/blog/04/los-dos-filos-de-un-bowie-2/08/2020/16/

  
      El universo de David Bowie fue más allá de lo que fueron sus canciones, su estética, su manera de entender el mundo y evadirse de él. No se puede comprender sin una época en la que ser reaccionario ante el poder establecido por parte de los jóvenes era una forma de protestar ante una vida que no les gustaba, ante un futuro incierto y que tras la segunda guerra mundial dejó muchos hijos huérfanos y otros de padres desconocidos, ya que fueron hijos no deseados, fruto de la necesidad sexual que no del amor.
   El universo Bowie comenzó en un Brixton asolado por las bombas nazis, que dejaron espacios vacíos enormes y casas en ruina donde los niños jugaban y las ratas campaban. David estudió Bellas Artes al igual que un sin fin de artistas que finalmente triunfaron en el mundo de la música. Era en el instituto donde aprendían a tocar la guitarra. A Bowie le dio por el saxo. Los jóvenes a través de las letras encontraban un medio de protesta al que unían su estética con alevosía hacia la moral dominante. Mary Quant con la minifalda abrió en el mundo de la moda un camino a seguir a muchos artistas que trataron de unir, como en el caso de Bowie, cuantas más artes posibles para luchar a su manera contra un mundo que no le gustaba. Las letras de Bowie hacen referencia constante a un universo en el que vivió su hermano esquizofrénico; a un mundo muy peligroso, el de las drogas; y a su universo sexual y amoroso.
   Tengo que confesar que antes de decidirme a escribir este poemario no era fan de Bowie y que tampoco me desperté un día con la intención de hacerle un homenaje. Todo surge de la necesidad de
documentarme para una novela que aún no he editado y cuyo protagonista encuentra sentido a la vida (la suya) en la existencia de un cantante al que admira. De ahí en adelante para mí fue un
descubrimiento: llegar a conocer la obra de un artista tan prolífico que me inspiró una serie de poemas basados en sus canciones y cuya temática (vida, muerte, amor, sexo, drogas, degeneración física, locura…) se ha convertido en otro universo en el cual me he visto abducido.