Quienes hollamos las calles de Toledo hemos recibido de nuestros antepasados una herencia que no podemos sino admirar, aunque a veces nos abrume su grandeza. El abnegado esfuerzo de muchos dio frutos en forma de novelas, lienzos, piedras labradas, tradiciones orales…

Nuestro deber es continuar tan noble labor y no servirnos de ella sin aportar nada nuevo. También hay otra razón insoslayable: el amor, quiérese decir, el amor por Toledo. Todo aquello con lo que podamos contribuir para ensalzar el “dulce nombre de Toledo" no es más que una necesidad desinteresada, porque Toledo es, como la madre naturaleza, nuestra madre. Amamos Toledo y no esperamos nada a cambio.

Quienes han de venir contribuirán con sus desvelos al mismo propósito, así pues, que nadie pueda decir de nosotros que no velamos.


2/9/24

 Editorial Ledoria se complace en anunciar la presentación del libro LA CRUZ, LA TIARA Y LA ESPADA (UNA HISTORIA DESTRENZADA DE LOS PAPAS, de Montserrat Rico Góngora, Juan Carlos Losada y Jaume Aymar. 

   Para más información: VER.


   La cruz, la tiara y la espada, una historia destrenzada de los papas, es un proyecto editorial que parte de una obviedad:  a lo largo de la historia los sumos pontífices se arrogaron unos títulos religiosos y políticos que reforzaron su autoridad espiritual y su poder temporal y que consiguieron opacar su verdadera misión evangélica y desvirtuar, a ojos de muchos, su misión. Para corregir esta anomalía, a partir del Concilio Vaticano II, los papas han hecho gestos significativos de retorno a los orígenes. Hoy el papa Francisco se autodenomina «obispo de Roma» y pretende volver a un sistema de gobierno humilde y sinodal.

   El método del destrenzado pretende dilucidar con rigor los actos de gobierno que, en el transcurso de su pontificado, los papas hicieron como: Vicarios de Pedro (después, «Vicarios de Cristo»), es decir, como representantes de Jesús de Nazaret en la tierra, con fidelidad al Evangelio, para cumplir el mandato de amar al prójimo y encarnar el espíritu de las Bienaventuranzas. Símbolo: la cruz.

   Pontífices del DOM (iniciales de Deo Optimo Máximo, frase latina que, en el paganismo, significaba: «Para el más grande y mejor Dios» (en referencia a Júpiter). Cuando en el año 380 el Imperio romano adoptó el cristianismo como religión oficial, muchos papas usaron estas siglas como emblema de su autoridad espiritual en los monumentos mandados edificar por ellos y en  mitad de la pompa y del boato de sus comparecencias públicas. Símbolo: la tiara.

   Sucesores del emperador: Tras la desaparición del Imperio romano, el pontífice se vio como la única fuerza capaz de aglutinar el poder religioso y político. Para legitimar este propósito, el papado se basó en la falsa donación de Constantino. Este poder político se ha perpetuado bajo diversas formas a lo largo de la historia hasta la actualidad. Símbolo: la espada.

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